Microsoft ha detectado que un usuario intentó activar más de 1.000 copias de Windows y Office de manera ilegal

Y es que según ha detectado Microsoft, una dirección IP intentó activar 1.000 copias de software de manera ilegal. Mientras que para Microsoft no es realmente relevante que un particular pirateé copias, que lo haga una empresa o alguien para lucrarse de ello sí que puede ser realmente dañino, por lo que han decidido demandar a quien intentó realizar estas activaciones.

La compañía explica en la demanda que la dirección IP fue utilizada por un individuo o un grupo de personas, a los cuales se refieren como “John Does 1-10” (Anónimos). La dirección IP utilizada es 73.21.204.220, propiedad del operador americano Comcast y que dirige a Nueva Jersey.

Para activar el software de manera ilegal, los acusados contactaron con los servidores de Microsoft 2.800 veces desde diciembre de 2014 a julio de 2017, a los cuales se les envió la información necesaria para realizar una activación del sistema operativo. Según afirma la compañía, creen que puede tratarse de una tienda que activaba productos de Microsoft de manera ilegal a sus clientes, y probablemente cobrando por el servicio.

Windows 7, 8.1 y 10, así como Office 2010: los productos pirateados

Entre los productos que la tienda activaba se encuentra Windows 7, Windows 8.1, Windows 10, y Microsoft Office Professional Plus 2010. Según Microsoft, las licencias fueron utilizadas más veces de las permitidas, o en algunos casos se activó software fuera de la región para la que estaba pensada la licencia utilizada.

Es sabido que Microsoft rastrea las direcciones IP de los usuarios que piratean Windows, y al ser ellos quienes tienen que verificar las licencias, pueden obtener toda la información posible del dispositivo que está intentando activar la copia con el fin de verificar la legitimidad de la misma.

Microsoft acusa al demandado de haber infringido los derechos de autor y de marca registrada. El problema es que, a pesar de que tienen registrada la dirección IP, ésta no es muestra suficiente para poder identificar a un usuario. Por ejemplo, si una red WiFi no está lo debidamente protegida, cualquier persona puede conectarse a ella y realizar actividades que incluso puedan ser ilegales como el caso que nos ocupa. De hecho, un juez en España determinó que una IP no es suficiente evidencia como para inculpar a alguien por haber pirateado.

 

Fuente: Softpedia | adslzone