Lo cierto es que en nuestro país aún está comenzando a triunfar entre los más jóvenes, pero sirva como apunte que solo en Estados Unidos esta herramienta ya ha alcanzado los 110 millones de usuarios activos al día. Con un período de vida de «tan solo» cinco años, esta es una herramienta que poco a poco se ha ido abriendo camino entre los usuarios y que en un futuro cercano espera competir con las más grandes, o incluso superar en cuanto a penetración. De hecho recientes datos apuntan a que en todo el globo esta cifra de usuarios activos ya ha llegado a los 150 millones, y subiendo.

Todos sabemos que por ejemplo Twitter se centra en la entrada de textos que no sobrepasen los 140 caracteres, o que Instagram se basa en compartir con nuestros contactos contenidos multimedia como fotografías y vídeos. Sin embargo Snapchat es diferente en varios sentidos, sirva como ejemplo que en este caso los usuarios comparten entre si los denominados “snaps”, que en realidad pueden estar compuestos de imágenes, vídeos o mensajes de texto. Eso sí, a diferencia del resto de propuestas, SnapChat incorpora una característica que quizá sea una de las principales razones de su creciente éxito.

Nos referimos a que en este caso la plataforma hace que los contenidos compartidos entre los usuarios se autodestruyan pasadas las 24 horas desde su envío, asimismo la duración de los mismos no superará los 10 segundos. Esto quiere decir que los “snaps” se incluyen en el historial del emisor y quedan ahí almacenados durante tan solo 24 horas, pasado este tiempo se autodestruyen para siempre y sin dejar rastro en ningún sitio. Precisamente la permanencia «por los siglos de los siglos» de los contenidos compartidos en otras redes sociales es una de las principales quejas de sus usuarios, de ahí quizá la migración a Snapchat que están realizando. Por otro lado los contenidos enviados, por ejemplo fotografías, las visualiza el receptor durante 10 segundos, lo que en teoría otorga cierta privacidad al emisor.

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Sin embargo este último apartado es uno de los que más controversia ha generado entre los usuarios de esta red social, ya que muchos de ellos, amparados en esta función, se han dedicado a enviar fotos y vídeos digamos que subidos de tono, pero sin contar con que el que las recibe puede hacer una rápida captura de pantalla antes de su desaparición. Este intercambio de imágenes y vídeos privados se ha conocido como “sexting” y se ha convertido en un serio problema para un buen número de usuarios en todo el mundo, especialmente en los EE.UU. Todo ello a pesar de que la propia aplicación se encarga de notificar al emisor de que el receptor ha capturado la pantalla, pero el mal ya está hecho.

A esto hay que sumarle que estas notificaciones se podrán llevar a cabo al emisor siempre y cuando las capturas se lleven a cabo por parte del receptor desde dentro de la propia aplicación de Snapchat. Sin embargo, como todos sabréis, en las tiendas oficiales tanto de los sistemas Android como iOS, existen multitud de aplicaciones de terceros que llevan a cabo estas mismas tareas. Por lo tanto, si la captura se realiza con una de estas, el emisor ni siquiera será consciente de ello. A esto hay que sumarle que incluso existen algunas app que de manera automática capturan cualquier “snap” que recibamos y lo almacenan en el dispositivo móvil del receptor para que lo tenga disponible en el futuro.

Con todo y con ello la popularidad de esta plataforma está en constante crecimiento y empieza a asentarse ya en nuestro territorio, esperemos que los usuarios sepan sacar provecho de los beneficios que la misma presenta y evitar los errores cometidos por otros para de ese modo ahorrarse disgustos.

 

Fuente: adslzone