Lo bueno de Stand-Bye es que podremos controlar en todo momento cuándo queremos que el programa detecte que el ordenador debe quedar suspendido. Obviamente, se le puede poner un tiempo, que será la opción sencilla, pero también se le pueden poner una serie de condicionantes para evitar que se suspenda cuando no debe.

Lo que hace Stand-Bye es monitorear continuamente la CPU, la RAM, el disco duro y el uso para poner personalizar los umbrales de cada valor. Por ejemplo, se puede indicar al programa que no suspenda el ordenador si detecta alguna actividad en la red, como por ejemplo una descarga, asegurando que no vamos a perder nada aun dejando el ordenador sin vigilancia. También se le puede indicar que suspenda el ordenador cuando detecte que se está utilizando menos del 20% de RAM, lo que implica que no hay nada importante en funcionamiento.

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Stand-Bye es bastante personalizable

Por defecto Stand-Bye no suspenderá el ordenador cuando se esté reproduciendo música, aunque esto también se puede cambiar. También podremos en cualquier momento decir al programa que no suspenda el ordenador cuando estén en funcionamiento algunos ‘procesos de excepción’ como descargas, reproductores multimedia o lo que nosotros elijamos.

Pero además de todo esto, también se le puede ordenar a Stand-Bye que suspenda el ordenador en un tiempo de espera que nunca puede ser postpuesto por nada. Por ejemplo, indicarle que el ordenador se cierre a las 6 de la tarde independientemente de lo que esté haciendo, aunque lo estemos usando. Parece peligroso pero no lo es, ya que antes saltará un aviso indicando que se va a cerrar, por lo que podremos cancelar el proceso de suspensión al instante.

Stand-Bye es una herramienta compatible con todas las versiones del sistema operativo de Microsoft, desde Windows 7 en adelante, que se puede descargar gratuitamente pinchando aquí.

¿Qué os parece? ¿Creéis que es práctica?

 

Fuente: softzone