Según la opinión que leamos, la versión de la historia cambia. Hay quien atribuye la muerte de Internet Explorer a Google como mérito de sus buenas prácticas con Google Chrome, y quien adjudica el demérito a Microsoft, por constantes problemas de seguridad con Internet Explorer. Sepamos ver los grises en esta historia de siete años que, como podréis ver en la animación que acompaña a esta publicación, han supuesto un completo cambio de papeles entre Internet Explorer y Google Chrome. Ha habido otros, y los sigue habiendo, pero la lucha por este puesto ha tenido dos colores.

Firefox, el navegador web de Mozilla así como Safari, la solución de Apple, han sido algunos de los que han batallado con fuerza, y Opera también, por tratar de robar cuota de mercado a los dos gigantes del sector: Internet Explorer y Google Chrome. Durante esos siete años que vemos en la animación, han tomado y perdido puestos, pero se han mantenido siempre en puestos secundarios a la sombra de las soluciones de Microsoft y Google.

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Tras haber perdido todas sus posiciones con Internet Explorer, Microsoft ha retirado ahora su software de la disponibilidad pública, limitándolo tan solo a los clientes empresa que, por motivos de compatibilidad, se siguen viendo obligados a utilizarlo aún a estas alturas. Mientras tanto, Microsoft Edge lleva entre nosotros algo más de una semana y, efectivamente, ha mejorado los puntos más débiles de Internet Explorer. Aún queda mucho trabajo sobre el nuevo cliente, y sin duda les costará retomar posiciones que perdieron con respecto a Google Chrome. Pero, ¿lo conseguirán?

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Fuente: adslzone