Es ilegal, claro que sí, pero lo que ha hecho el joven no es espiar, sino explotar una vulnerabilidad de la aplicación WhatsApp con el fin de alertar a la firma de Mark Zuckerberg para que se solucione. Ahora bien, aunque encontraréis cómo hacerlo, será mejor que no lo probéis, porque ya hemos visto anteriormente que espiar el WhatsApp de otro está penado con cárcel. Según ha explicado, el problema de seguridad afecta a WhatsApp, pero sólo en la versión para dispositivos iPhone (iOS), y no se trata de un problema del software de Apple.

La cuestión es que, incluso con el equipo bloqueado y bajo la protección de un código PIN numérico, es posible robar las conversaciones de WhatsApp en un iPhone. Esto, sin entrar en innecesarios detalles técnicos, se ha conseguido a través de un equipo de sobremesa con Linux. Por otra parte, la vulnerabilidad de WhatsApp también permite el secuestro de la agenda de contactos, exactamente en las mismas condiciones. Y un detalle importante: explotar esta vulnerabilidad es peligrosamente sencillo.

Por el momento, WhatsApp ya ha sido alertado del problema que afecta a su servicio de mensajería instantánea, a lo que se espera respondan con una rápida solución. Y es que no estamos hablando de un servicio minoritario, sino de una plataforma que utilizan millones de usuarios de forma diaria y que maneja el mayor volumen de usuarios en su categoría, con una importante diferencia sobre sus homólogos.

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Fuente: PortalTIC | adslzone