Lo cierto es que son muy pocos los que leen al completo las interminables Condiciones de uso cuando instalan un programa en su ordenador o una aplicación en su móvil. En estos “tochos” de texto encontramos entre otras cosas, el tratamiento de nuestros datos personales por parte de los responsables de ese software. Cómo casi ninguno de nosotros habremos leído las condiciones de las aplicaciones de mensajería instantánea más populares, os contamos lo que pueden hacer con nuestros datos:

WhatsApp

WhatsAppLas condiciones de uso de WhatsApp se pueden encontrar en www.whatsapp.com/legal/ en inglés pese a estar accediendo a la web en español. La última actualización de la política de privacidad se hizo el 7 de julio de 2012 y no ha cambiado nada desde la compra por parte de Facebook.

La edad mínima para utilizar esta aplicación es de 16 años y los datos se almacenan en Estados Unidos. En principio se autoriza su uso personal pero no se cierra la posibilidad de uso comercial. En sus Condiciones de Uso nos advierten de que pueden acceder de forma periódica a nuestros contactos, para saber cuáles utilizan el servicio. Pese a ello, nos aseguran que no recopilan nombres, direcciones o emails, sólo números de teléfono.

En relación a los mensajes, datos de localización o fotos compartidas, se deja claro que estos datos sólo los verá el destinatario. Si no estamos de acuerdo con las condiciones de WhatsApp, deberemos eliminar nuestra cuenta y borrar la aplicación. Después de repasar las Condiciones de Uso, es el momento de ver la Política de Privacidad.

En este apartado se vuelve a incidir en el acceso periódico a los contactos. Se deja muy claro que WhatsApp sólo almacena el número de teléfono del usuario y el nombre que ha definido al registrarse. El contenido de los mensajes no se almacena, solamente “pasa” por los servidores de la compañía para ser entregado al destinatario. Si el receptor no está online, se almacena un máximo de 30 días. La información personal puede ser compartida con terceros siempre que sea razonable para mejorar la aplicación.

Matizan que pueden almacenar la hora, la fecha y el número de teléfono de un mensaje enviado, además de cualquier información que estén obligados legalmente a almacenar, sin especificar nada más al respecto. En relación a los adjuntos enviados (fotos, vídeos y audios), serán almacenados “por un corto periodo de tiempo”, aunque se hace de forma anónima.

Telegram

telegramSeguimos analizando a la aplicación que quiere convertirse en alternativa a WhatsApp, haciendo de la seguridad su bandera. Su Política de Privacidad puede consultarse en telegram.org/privacy y tampoco está traducida al castellano. Es infinitamente más escueta que la WhatsApp, pero también tiene aspectos interesantes para analizar.

No se especifica la edad mínima para poder utilizar la aplicación, por lo que en el caso de España, habrá que entender que debemos tener al menos 14 años o el consentimiento paterno. El identificador único de Telegram es el número de teléfono y si le concedemos permiso, se almacenará en sus servidores nuestra agenda de contactos.

Nunca se comparte información con agencias publicitarias, empresas de analítica u otras compañías, aunque es una cuestión que está poco explicada. Tampoco incorporarán anuncios o cobrarán por la aplicación, recurriendo a donaciones o pagos por funciones no esenciales, en caso de necesidad.

En cuanto a los datos, la parte que nos ocupa en este artículo, únicamente almacenará los datos para funcionar de forma apropiada. Número de teléfono, foto de perfil (si la hemos definido), nombre, agenda de contactos y conversaciones, salvo chats secretos, archivos enviados, hora de conexión y datos técnicos del dispositivo. Las conversaciones secretas no se replican en la nube y los mensajes solo están en el dispositivo.

Telegram almacena los mensajes y el contenido en su nube, para que sean accesibles desde cualquier dispositivo. No aclara ni por cuanto tiempo ni donde se almacenan estos datos personales, aunque todo señala a que los europeos tenemos la información en Londres. Nuestros mensajes se cifran mediante tecnología simétrica de AES 256 bits, RSA 2048 y Diffie-Hellman (más información en sus FAQ técnicas).

LINE

lineDe la última aplicación que vamos a hablar es LINE, una solución que ofrece mensajería instantánea y llamadas de voz. Los menores necesitan tener 15 años o el consentimiento paterno para poder utilizarla. Sus creadores especifican que la aplicación no puede utilizarse para determinados fines, como publicitarios o de marketing, pero destaca la prohibición de usar LINE para contactos sexuales o práctica de actividades religiosas.

Al crear una cuenta en LINE, se recoge de la agenda de contactos el número de teléfono y la dirección de correo electrónico, si lo utilizamos desde diversos dispositivos, también será necesaria una contraseña. La información se elimina según las directrices de la compañía cuando borramos nuestra cuenta.

Los datos que recoge LINE están relacionados con el dispositivo, el sistema operativo, la IP, etc. Opcionalmente se pueden introducir datos como nombre, foto, género, dirección y algunos otros más. No se indica en ningún momento dónde se alojan ni cómo se tratan los datos recogidos por la aplicación.

Para realizar este artículo hemos recurrido al blog Términos y Condiciones, que aclara muchos aspectos y analiza las condiciones de varios de los servicios y productos que utilizamos a diario.

 

Fuente: adslzone