Lo habitual en Apple era contar con un único iPhone. Esto cambió con el iPhone 5s, al que le acompañó el iPhone 5c. También supuso cambiar la filosofía de la firma, que por primera vez construyó su cuerpo en policarbonato y abandonó la forma típica de nombrar cada nueva generación. Pero la generación siguiente fue otro giro, porque se introdujo la versión ‘Plus’ como opción con mayor pantalla y mejor cámara, y además al iPhone 6 se le dió un panel IPS de 4,7 pulgadas. Apple ha estado evolucionando con una trayectoria diferente a la que, a priori, marcaron las bases de Steve Jobs.

La ‘nueva Apple’ se ha consolidado con el iPhone X, el mejor móvil de su historia

El iPhone X es el ‘mejor iPhone’. No es meritorio si se compara con su generación actual. Es el ‘mejor iPhone’ en este momento, pero también en perspectiva, si revisamos el impacto de los anteriores en su correspondiente momento. El iPhone 8 es indudablemente una decepción, un sencillo paso evolutivo. El iPhone 8 Plus es una opción más aconsejable, con un diseño obsoleto en que no se puede evitar destacar los marcos de pantalla que le hacen parecer varios años más antiguo que sus competidores.

Pero cuenta con una brillante autonomía, un hardware extraordinariamente potente y una cámara con resultados muy convincentes –la principal-. Ahora bien, el iPhone X es ‘el iPhone de este año’. Con una pantalla más grande, de mayor resolución, con tecnología de última generación –OLED, frente a las iPS de los 8 y 8 Plus-, y con tecnología de reconocimiento facial. Con un diseño en que incluso su chasis es un salto hacia el frente, con una construcción metálica alternativa, y sin marcos de pantalla, casi.

No se puede negar que tiene un precio exagerado. Es el móvil más potente actualmente, pero no se le saca partido a su rendimiento en ningún caso, y difícilmente ocurrirá esto en los próximos meses. Es un móvil ‘escaparate’ en la gama de Apple que, en realidad, parece estar diciéndonos lo que viene por delante, cuando Apple normalice este diseño y tecnologías como Face ID.

iphone-x-2

Face ID es la guinda en un pastel que adelanta los próximos años de la telefonía inteligente

Face ID, aunque haya muchas otras cosas destacables en el iPhone X, es realmente la mayor muestra de ‘poder’ en el nuevo terminal de Apple. Ya ocurrió con el iPhone 5s que, aunque Apple dio el salto a los 64 bits y su procesador destacaba entre todas las alternativas, fue Touch ID lo que marcó la referencia en los siguientes años de la telefonía inteligente. Es una tecnología en que prima la experiencia de uso del consumidor, que a fin de cuentas es donde Apple ha venido destacando durante los últimos años.

Es una tecnología silenciosa. Antes de Touch ID, gran parte de los usuarios no protegían sus smartphones porque introducir un código PIN, o una contraseña, suponía ralentizar unos instantes el acceso a todo lo que ahí está almacenado. Touch ID suponía, sencillamente, introducir la mejor seguridad en un paso que ya estaban llevando a cabo los usuarios para ‘abrir’ su móvil: pulsar la tecla principal. Y después llegaron todos los demás con sus sensores de huellas dactilares.

En el caso de Face ID, de nuevo se ha introducido la mejor seguridad posible sobre un paso que, sí o sí, llevamos a cabo cada vez que sacamos el móvil del bolsillo: mirar su pantalla. Y la clave en esto es que funciona de forma silenciosa sin forzar a ‘algo más’ de lo que ya estamos acostumbrados. Más seguridad y privacidad haciendo lo mismo que siempre hemos hecho con nuestros móviles. Y sin esos ‘pequeños problemas’ como, por ejemplo, no poder desbloquear el móvil con las manos húmedas o mojadas. Con Face ID da igual cómo de sucios tengas los dedos.

face-id-iphone-x-1

Un mes con el iPhone X ¿era esto lo que esperábamos de Apple?

. Es un concepto sólido y convincente. Un móvil excesivamente caro, y que en ningún caso puede justificar su precio, pero a fin de cuentas es lo que se esperaba de Apple. No hace falta mirar a la competencia, el propio iPhone X deja en ridículo a los iPhone 8 y iPhone 8 Plus, y nos demuestra hacia dónde tiene que apuntar la firma de Cupertino para el próximo año.

Es un móvil que, en cierta medida, es experimental. Lo conveniente sería que Apple introduzca uno, dos o tres móvileslos que quieran- en 2018, pero que todos partan sobre la base del iPhone X. Un diseño sin marcos en el frontal, más compacto y en el sendero de sus rivales. Más económico, partiendo desde los precios del iPhone 8, y que incluya Face ID. Y sí, apostando por la tecnología OLED, que favorece la autonomía y aporta una experiencia ligeramente superior en la calidad de reproducción de imágenes.

 

Fuente: adslzone