Estos teléfonos harían uso de las pantallas OLED que usan los teléfonos de Samsung. Parece que esperarán todavía a implantar la nueva serie de pantallas QLED, tecnología que Samsung espera sustituya al OLED a partir de 2018, evitando el uso de componentes orgánicos y por tanto su desgaste. Según afirman las fuentes de los rumores, uno de los teléfonos tendría 5 pulgadas, y gracias a los paneles desplegables, podría alcanzar las 8 pulgadas. Es decir, poder elegir móvil o tablet en el mismo dispositivo según nos convenga.
Este movimiento haría a Samsung ir un paso por delante de Apple, quien se ha rumoreado que a partir de este año va a empezar a usar paneles OLED en sus nuevos iPhone 7, debido a la reducción de precio que han sufrido, y que desde hace casi 1 año los hace más baratos que los paneles LCD. Además, estos paneles OLED son más finos, lo que, unido a que el nuevo iPhone no tendrá toma jack de 3.5mm para el audio, podría hacer del iPhone uno de los teléfonos más delgado, o el que más, del mercado. La tecnología OLED también tiene colores más vivos, negros más puros, y ayuda a ahorrar batería. Esperemos que no les visite el diablo del screen burn-in.
Según afirman las fuentes, Samsung lleva años intentando desarrollar estos paneles. El principal escollo con el que se encontraban era el desarrollo de paneles de plástico transparentes que se pudieran doblar y fueran resistentes. Al parecer, han conseguido solventar ese problema, y estarían preparados para lanzar los nuevos teléfonos plegables el año que viene.
Se ha creado una gran expectación ante esto tanto en las bolsas como en los medios. Las acciones de Samsung aumentaron un 1.5% en el día de ayer, y proveedores de Samsung también se vieron beneficiados en bolsa, con subidas de hasta el 15%.
En cuanto a cuándo podríamos ver estos nuevos terminales, los rumores indican que en la Mobile World Congress de Barcelona del año que viene, en febrero, Samsung podría anunciar ya la nueva línea de terminales desplegables.
