La fiebre de la seguridad biométrica ha perdido un mínimo de fuelle, pero ahora la mayoría de los fabricantes de dispositivos móviles apuestan por el sensor de huellas dactilares y la innovación sigue apuntando a conceptos similares, como el desbloqueo por iris. Y si hace años el reconocimiento facial demostraba ser un fiasco en Android, cada vez más métodos quitan fuerza a la seguridad del sensor de huellas. Esta vez, una simple huella escaneada e impresa en papel, con una impresora doméstica, ha echado por tierra la seguridad de un sistema que, no lo olvidemos, está ideado para proteger nuestros archivos, fotografías e incluso cuentas bancarias o tarjetas de crédito. No es un tema baladí.

Nos cuentan en MovilZona que lo ha conseguido la Universidad de Michigan, concretamente desde Ingeniería y Ciencia Informática, donde  han utilizado una impresora de tinta -no láser- y, eso sí, con el matiz de que es necesario usar tinta conductora AglC plata, tinta negra normal y, cómo no, papel específico para este tipo de tinta. Pero, más allá de eso, hablamos de una impresora doméstica de las que podemos encontrar por apenas 70 euros. Lo que sí es caro es el conjunto de tinta y papel, que siendo tan ‘especiales’ nos llevan, aseguran en el experimento, a un gasto aproximado de 450 euros por todo el ‘paquete’.

La ‘buena noticia’, si acaso se puede sacar algo positivo de aquí, es que no todos son tan vulnerables. No todos los teléfonos inteligentes presentan un sensor de huellas dactilares tan fácil de ‘hackear’ con una sencilla impresora de tinta y, según los terminales probados, podemos ver que la seguridad está creciendo a medida que se producen nuevos lanzamientos. Ahora bien, no deja de ser curioso y, en cierta medida, alarmante.

 

Fuente: adslzone