Los sistemas de pago contactless permiten realizar compras tan solo acercando la tarjeta al terminal punto de venta de los comercios, ahorrando tiempo ya que el proceso es mucho más rápido y cómodo. Además, se ha establecido un límite de 20 euros por parte de las entidades donde no tendremos que introducir ningún tipo de código PIN ni de validación.

Los novedosos chips de estas tarjetas son los responsables de ofrecer todas estas ventajas, disparando el uso de los pagos por contacto en el último año. Pese a ello, también son el objetivo de las críticas por los posibles agujeros de seguridad y el robo de información personal. Para evitar todo esto, el MIT y Texas Instrument trabajan en un nuevo chip “inhackeable” que mejore la seguridad de los datos y evite el robo de información personal.

Pese a que la información está cifrada de forma segura y a prueba de mirones, lo cierto es que las claves del intercambio de información inalámbrica se han convertido en la parte más débil de la cadena. En este caso hablamos de los ataques de canal lateral (o side-channel attacks) que “se basan en la información obtenida por la implementación física de un criptosistema, en vez de un ataque de fuerza bruta o una debilidad teórica de los algoritmos” (Wikipedia).

Estos implican el análisis de las fluctuaciones de potencia o los patrones en el acceso a la memoria para obtener acceso al sistema. Aunque existen medios que protegen este tipo de ataques lo cierto es que desde el MIT señalan que se podrían utilizar para bloquear completamente el sistema. Por ello, trabajan con Texas Instrument en prototipos que aseguren la memoria y la alimentación. El objetivo no es otro que asegurar al máximo las comunicaciones del futuro.

 

Fuente: gizmag | adslzone