El teléfono móvil ha pasado a ser nuestro compañero del día a día y debido al gran tiempo que pasamos con él es muy factible que tengamos un pequeño accidente y se nos caiga al suelo. Dependiendo de la altura o de otros factores se puede romper o no, pero ¿y si se nos cae al agua? En este caso corremos el riesgo de que el aparato deje de funcionar correctamente, por lo que si se da el caso es muy importante seguir una serie de pasos con los que intentaremos que no ocurra nada grave con nuestro smartphone.

Primero, quita la batería

Lo primero que debemos de hacer si se nos cae el móvil al agua es quitar la batería. Por tanto, quitamos la tapa trasera y seguidamente la batería. En todo aparato electrónico, el agua al hacer contacto hace que la electricidad viaje por todos los contactos al mismo tiempo, lo que puede provocar un cortocircuito en masa que haría inservible el dispositivo.

Segundo, quita cualquier elemento extraíble

El siguiente paso consiste en quitar todo elemento extraíble que haya en el teléfono. En el caso de que sea un móvil con teclado, es posible que podamos quitar varias partes. De todas formas, la tarjeta SIM, la de memoria, las carcasas, la pantalla… es recomendable quitar para poder secar el dispositivo lo máximo posible antes de volver a encenderlo.

Tercero, seca todo

A continuación, procedemos a secar el dispositivo. Lo ideal es utilizar un paño que no deje pelusas ni restos, uno de microfibras puede ser una gran opción. El secado lo realizaremos con la mayor suavidad posible e intentando secar cualquier hueco que haya. Hemos de tener cuidado en no tocar los contactos ni elementos electrónicos, ya que estos son muy sensibles. No hay que utilizar ningún secador, ya que el calor es malo para los contactos electrónicos.

Cuarto, arroz

Si creemos que no ha quedado bien seco después del tercer paso o simplemente nos queremos asegurar que quede bien seco, podemos introducir el dispositivo y sus elementos extraídos entre arroz. Este cereal en estado seco tiene unas muy buenas propiedades higroscópicas, es decir es capaz de absorber la humedad de un material y del aire que tiene alrededor de forma excepcional. Es una buena opción mantener el dispositivo por lo menos 24 horas seguidas dentro del arroz.

Para finalizar…

Por último, tan solo nos queda comprobar que el móvil y lo que hayamos extraído está bien seco y volver a montarlo para que quede todo bien colocado. Una vez introducida la batería, encendemos el terminal y si funciona correctamente sin mostrar nada extraño quiere decir que no le ha pasado nada.

¿Se te ha caído alguna vez el móvil u otro dispositivo electrónico al agua? ¿Has seguido estos pasos o conoces otros?

 

Fuente: adslzone