A nivel de diseño, el HTC One Max destaca por ser un terminal construido totalmente en aluminio siguiendo la línea marcada por el HTC One. El teléfono móvil es muy atractivo a nivel visual aunque pierde puntos al incorporar un remate lateral en plástico blanco. Sus dimensiones oficiales son de 164,5 x 82,5 x 10,29 milímetros mientras que su peso es de 217 gramos, principalmente por la enorme pantalla y la batería de 3.300 mAh.
La pantalla de 5,9 pulgadas con resolución Full HD, panel LCD IPS y protección Gorilla Glass 3 es una de las mejores que podemos ver actualmente en un smartphone. Su densidad de píxeles alcanza los 373 ppp y los colores se muestran de forma adecuada con una excelente saturación. En exteriores, la pantalla del HTC One Max se defiende perfectamente. La respuesta táctil también es muy buena y desde el principio notaremos la calidad de la pantalla.
En el interior vamos a encontrar un Qualcomm Snapdragon 600 de cuatro núcleos a 1,7 GHz, que se sitúa algo por debajo del Snapdragon 800 utilizado por el Samsung Galaxy Note 3 o el Sony Xperia Z Ultra. Pese a ello, el procesador ofrece un rendimiento más que satisfactorio al ejecutar Android 4.3 y la interfaz Sense 5.5 se mueve de forma fluida. El test AnTuTu nos arroja una puntuación de 26.785 puntos.
El apartado de la batería, el HTC One Max se mantiene en la línea del resto de terminales del mercado con una autonomía de un día aproximadamente. La batería tiene una capacidad de 3.300 mAh permite que el tiempo de uso se sitúa en 3 horas y 15 minutos, 30 minutos más de la autonomía que ofrece Samsung con su Galaxy Note 3.
La cámara es otro de los aspectos que se mira con lupa en los smartphones más punteros del mercado. El HTC One Max vuelve a contar con un sensor Ultrapixel de 4 megapíxeles con apertura f/2.0 pero sin estabilizador óptico de imagen (OIS), algo que repercute en el resultado final de las capturas. La calidad es aceptable con poco ruido y colores fiables, pero en situaciones de poca luz no termina de comportarse tan bien.
El lector de huellas es uno de los aspectos que diferencian a este terminal de su competencia directa. Este sensor, ubicado debajo de la cámara, permite desbloquear el terminal o ejecutar una aplicación. Debemos remarcar que la ubicación no es la mejor, ya que muchas veces se confunde con la cámara de fotos o nos vemos obligados a girar el terminal para poder usarlo correctamente. De todas formas, se trata de un avance muy interesante que ira llegando al resto de smartphones en los próximos tiempos.
Fuente: adslzone
