En otras palabras, las autoridades europeas pretenden castigar a Google por, primero no esperar por aprobación y luego negarse a retocar la nueva política de privacidad que la compañía impulsó el marzo del pasado año. A pesar de que según Google se hizo para simplificar la información de cara al usuario, la unificación obligatoria de datos entre servicios no gustó a mucha gente.

Sumado a lo anterior, el oscurantismo de Google para con las autoridades en lo que a los datos que recoge se refiere, es otra de las cuestiones con las que la UE no está de acuerdo. Todo se resume en tres preguntas: ¿Cuánto sabe Google sobre ti? ¿Cómo recopila la información? ¿Para qué la usa?

“A la expiración del plazo de cuatro meses dado a Google para cumplir y comprometerse a poner en práctica estas recomendaciones, la empresa no ha aportado ninguna respuesta”, ha indicado la CNIL (Comisión nacional de la informática y de las libertades – Commission nationale de l’informatique et des libertés) francesa, la autoridad encargada de coordinar la investigación.

 

Fuente: muyseguridad