Como hemos indicado, incluso una compañía como Apple, famosa por tener ordenadores menos proclives a sufrir ataques de hackers reconoció el martes que muchos Mac de sus trabajadores habían sido infectados por un software malicioso. Además, parece ser que el mismo virus que afectó a Apple, fue el que causo graves fallos de seguridad en Facebook y Twitter hace poco tiempo.

Es por ello que el propio gobierno de los Estados Unidos comenzó una investigación para saber de donde procedían estos ciberataques. Y la fuente no es, ni más ni menos, que el ejército chino.

Tensiones diplomáticas

Un informe publicado por la empresa de seguridad estadounidense Mandiant indica que una unidad secreta del Ejército Popular de Liberación chino está involucrada en el robo de cientos de terabytes de datos de al menos 141 organizaciones de todo el mundo. Según la compañía, el rastreo del origen de esos ciberataques les había llevado a las puertas de un edificio de 12 pisos a las afueras de Shanghái, usados por la unidad 61398 del Ejército chino.

Antes estas graves acusaciones, el propio gobierno chino ha salido a desmentir esta información, calificándola de “infundada”. Según el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hong Lei, aseguró que “los ciberataques son anónimos y transnacionales, por lo que es muy difícil trazar su origen. Realizar acusaciones sin fundamento no es ni responsable ni profesional”, concluyó.

En cierta manera, China tiene razón. Es perfectamente factible que el ordenador chino del que partieron los ciberataques fuera también infectado por este virus, y no tuviera nada que ver con el software malicioso que infectó a las grandes compañías estadounidenses.

De todas maneras, el informe que ha presentado la empresa Mandiant ha incrementado las tensiones entre las dos grandes potencias del momento. De hecho el gobierno norteamericano no descarta aprobar  un reglamento por el que Washington podría acometer ciberataques “preventivos” sin una declaración de guerra previa.

 

Fuente: softzone