Este hecho no ha pasado desapercibido por la “industria cultural”(sic) española que, ante la noticia, ha puesto el grito en el cielo, han rasgado sus vestiduras, cubierto sus cabellos de cenizas y, de tal guisa, han ido a llorarle al Gobierno, exigiendo medidas drásticas, más, para que los lobbies americanos no estén disgustados con nosotros. Seremos muy raros, pero cuando vemos la palabra cultura unida a la palabra industria, sabiendo que se está aplicando a conceptos comerciales, nos dan unas enormes ganas de quemar algún edificio. Nos lo haremos mirar.

La otra cara de la moneda la encontramos en FACUA, que opina que "es lamentable ver que la transición del gobierno de Bush a la administración de Obama no se ha traducido en un más ecuánime y solidario Informe 301". Este documento se permite vilipendiar a países que "están actuando dentro de sus obligaciones internacionales y, en muchos casos, sirviendo a los intereses de su ciudadanía mejor que aquellos países que poseen estrictas leyes de propiedad intelectual".

FACUA considera que el Informe 301, que cada año elabora el Departamento de Comercio de EEUU para evaluar la legislación y políticas sobre propiedad intelectual en todo el mundo, supone un atentado al progreso tecnológico y está mediatizado por lobbies que sólo conciben la cultura desde el punto de vista patrimonialista y mercantilista.

Dicho de otra manera, que quizás EEUU debería mirar más por el pueblo y menos por el capital, solucionar lo suyo y dejar al mundo en paz.

Aquí terminaría esta historia si España fuese un sitio normal, pero, como no, falta la guinda “typical spanish”. Si nos meten en esa lista negra, será que esto es un paraíso donde se accede a todo gratis a costa de arruinar a las modestas empresas norteamericanas. Pues parece que no.

Consumers International, organización mundial a la que pertenece la FACUA, ha publicado su Lista de Vigilancia sobre Propiedad Intelectual, que es como el Informe 301, pero al revés, teniendo como objetivo "revelar cuánto respetan los países los intereses de los consumidores en sus leyes de derechos de autor, y su consiguiente aplicación, mientras que el Informe 301 únicamente se basa en los intereses de los dueños de propiedad intelectual".

En esta lista España aparece como de los "más hostiles a los intereses de los consumidores". Y peor que se va a poner, vaticinamos nosotros.

Maravilloso, tenemos el kiosko organizado de una manera genial, tanto dentro, donde nos cobran canon nada más que por tener encendido el móvil, como fuera, donde, encima, se quejan de no haber podido, por el momento, imponernos sus intereses comerciales.

 

Fuente desde: adslayuda