En primer lugar y siguiendo la estela de Google, Facebook quiere unificar las políticas de privacidad de sus servicios, que básicamente se reducen al mismo Facebook y Instagram, por lo que los usuarios que tengan cuenta en los dos servicios verán cómo sus datos pasan a compartirse entre ambos. Si habrá alguna opción de evitarlo todavía no se sabe.

Otro cambio del que se tiene conocimiento es que Facebook podría compartir datos de los usuarios con sus socios comerciales, algo que todavía no hace sin permiso expreso del usuario y que por lo que parece tiene los días contados.

Para terminar, en la red social tienen pensado también acabar con ese sistema de votaciones para aprobar características y cambios, el cual involucraba a los usuarios de la plataforma. Pero no más, porque según las reglas marcadas, actualmente se necesitarían al menos 300 millones de votos para validar cualquier reforma, y no resulta eficiente.

Ante todo lo que se avecina, no han tardado en salir a la palestra defensores de los derechos de los usuarios en la forma de Our-Policy.org, que ya están plantándole cara al gigante social.

 

Fuente: muyseguridad