De este modo, el directivo considera que se debe hacer algo para controlar el uso de peligrosas herramientas financiadas por los gobiernos como es el caso de Stuxnet y Flame, dos potentes troyanos que han causado muchos problemas en seguridad en los últimos meses.

El CEO de Kaspersky exige a los poderes públicos que protejan sus sistemas tecnológicos, sobre todo aquellos que se encargan del control de plantas de energía y gestionan el funcionamiento de edificios como fábricas y prisiones. Además, está luchando para que los gobiernos firmen un acuerdo que limite el uso y la creación de ciberarmas.

 

Fuente: muyseguridad