No es un discurso nuevo pero aquellos que lo sostienen creen que conseguirán imponer sus directrices al Ejecutivo. Las principales gestoras de derechos de autor españolas (AGEDI, AIE, AISGE, DAMA, EGEDA, SGAE y VEGAP) han publicado un manifiesto en el que insisten en su rechazo absoluto al "actual modelo de canon digital" que se encamina a cumplir su primer año después de ser aprobado.

Recordemos que el Gobierno de Mariano Rajoy optó por cambiar la fórmula de compensación a los autores, que antes se basaba en gravar dispositivos y soportes electrónicos y que ahora pasa por ser una partida en los Presupuestos Generales del Estado. Entre sus nuevas características, además de ser una tasa completamente indiscriminada ya que recae en todos los ciudadanos hagan o no copias privadas de contenidos con copyright, está la menor recaudación que supone para las entidades dicha partida.

Las gestoras no han dudado en repetir sus mismos argumentos: la industria tecnológica, en la que se engloban fabricantes de tabletas, móviles, reproductores musicales o PC es la "verdadera beneficiaria" de la copia privada y el impacto que tiene en la llamada "piratería". Por este motivo, señala a este sector como el que debería afrontar el pago del canon digital "como hasta ahora" ya que con la nueva fórmula creen que ni siquiera han bajado sus precios por lo que han aumentado sus ingresos.

"El Gobierno únicamente ha conseguido efectos contrarios a los que supuestamente perseguía al condonar 115 millones de euros anuales a las multinacionales del sector tecnológico, principalmente extranjeras, pero no reduce el déficit público", señala el texto. Por este motivo, considera que con la eliminación del canon concebido como en los últimos años "se perjudica a todos los ciudadanos, quienes tendrán que pagar la compensación, y a los miles de creadores que se han visto privados de sus legítimos derechos".

Así pues, parece que la SGAE al menos ha cambiado el objetivo en su punto de mira. Lejos de criminalizar a los usuarios como antaño, cuando no dudaba en considerarles responsables de las pérdidas de los autores, ahora es la industria tecnológica su nuevo enemigo y de ésta considera que está "empobreciendo el sector cultural del país".

 

Fuente: adslzone