El problema estaría en el registro de los datos de usuario cuando se entra en la aplicación, únicamente es necesario introducirlos una vez. De este modo, aunque un usuario haya cerrado su cuenta, si otros acceden a ese ordenador podrán volver a hacer clic en el icono de la herramienta Google Drive y acceder a la misma sin necesidad de volver a introducir los datos.

Así, dado que el usuario se registra de forma automática en los otros servicios de Google, ello implica que si algún desconocido puede adentrarse en el ordenador de la víctima, verá toda su información personal, sus correos de Gmail, su lista de contactos o los contenidos de su Google Calendar.

Para mantenerse a salvo del problema, es necesario que el usuario se asegure de que nadie más puede ser capaz de acceder a la cuenta de usuario en sus sistemas.

 

Fuente: muyseguridad