La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) da muestras de su proceso de reforma tras ser en los últimos años una de las entidades más críticas con Internet y las descargas. Tras destaparse el escándalo sobre el desvío de fondos millonario que afectó a su cúpula dirigente y llevó a Teddy Bautista a abandonar su cargo de presidente, se inició un proceso de cambio que dio su primer e importante paso con la elección de Antón Reixa en el mes de abril como nuevo presidente.

En una entrevista publicada en El Confidencial, Reixa ha querido mostrar su disposición a acabar con la antigua y desfasada SGAE. Una prueba de ello es el cambio en el tratamiento hacia los internautas, otrora definidos como enemigos de los artistas desde la entidad por descargar masivamente y sin pagar sus obras. De hecho, la propia SGAE fue una de las impulsoras del concepto "gratis total", supuestamente seguido por la mayoría de los internautas gracias a la masificación del acceso a la Red. Esto llevó a encauzar su discurso hacia la criminalización de los usuarios de P2P y a sugerir al Gobierno que se les persiguiese con una ley como sucede en países como Francia o Suecia con nulos resultados.

Consciente de que éste no puede ser el camino a seguir para lavar su imagen, Reixa ha señalado que "no hay que criminalizarlos (a los internautas) por sistema". "Para combatir las descargas irregulares se necesita más información y pedagogía, sin partir de la base de que cualquier internauta es un delincuente en potencia", explicó. Asimismo, señaló que la modificación de la Ley de Propiedad Intelectual debe incluir como requisito que "la inmensa mayoría de los contenidos sean accesibles de forma legal en la red, y que ese acceso sea versátil y tenga una categoría de servicio, lo que incentivaría la difusión y le daría un valor añadido".

Por otro lado, Reixa se ha comprometido a modificar controvertidas prácticas que se daban en la entidad y que servían para ofrecer una mala imagen entre numerosos empresarios. Una de estas iniciativas será un sistema de autodeclaración para que empresarios y hosteleros "no se vean afectados por las investigaciones individualizadas porque eso invade su privacidad, también en las bodas". El nuevo presidente quiere eliminar a toda costa su "imagen de recaudadores desaprensivos".

Por otro lado, otro ejemplo de los nuevos tiempos que se viven en la SGAE es la predisposición a aceptar el copyleft y a nuevos modelos de financiación como el crowdfounding. Reixa ha admitido que la SGAE ha empezado a colaborar con Creative Commons para establecer un convenio y que se consideren gratuitos ciertos contenidos si el autor así lo desea. Igualmente, señala la financiación de los artistas por el modelo de micropagos de los usuarios como "una fórmula necesaria que facilita la creación de contenidos que por sí mismos no podrían sostenerse en la actual red comercial".

 

Fuente: adslzone