Sin apenas noticias de la Ley Sinde-Wert, vista por parte de la industria y algunos artistas como la solución a las descargas en Internet, los ánimos en torno a la "piratería" se han calmado en los últimos meses. La aprobación de la norma coincidió con una fuerte campaña en los medios que dio cobertura a algunas voces que apoyaban firmemente esta polémica ley y cuyas declaraciones contribuyeron a despertar fuertes críticas contra ellos.

Para el recuerdo queda, por ejemplo, la intervención de Pau Donés, cantante de Jarabe de Palo, quien arremetió contra los internautas y denominó "cuatro friquis" a aquellos que se oponían a la norma. Otra de las voces que se convirtió en azote de los piratas fue la de Alejandro Sanz, a quien la polémica acompañó en 2011 por, entre otras declaraciones, comparar los derechos de autor con los de los niños con SIDA en África. Pilar y Javier Bardem hablaron de las descargas como formas de "expolio" y una "orgía del crimen", en la línea del discurso marcado años atrás por Víctor Manuel, quien aseguró que un mileurista se cree Robin Hood cuando baja un disco de Internet.

La lista incluye muchos más nombres y desde ahora se puede incluir a otro más: David Civera. El cantante turolense ha mostrado su malestar con la Red y los internautas en una entrevista concedida a La Voz de Galicia. En ella asegura que "en cuanto a la música y la industria del disco, está casi muerta porque se ha convertido en algo gratis a causa de Internet", al ser cuestionado sobre la subida del IVA en septiembre y un posible efecto en el aumento de la "piratería".

¿Está realmente muerta la música gracias a Internet? ¿Se puede considerar casi muerto un negocio que mueve millones de euros en nuestro país y en el resto del mundo? Los datos quitan gran parte de razón al cantante en un discurso que se repite hasta la saciedad pero cuya base argumental brilla por su ausencia. Existen estudios que demuestran cómo las descargas no han frenado los ingresos de los músicos.

Es cierto que el cambio de escenario es evidente: apenas se venden CD pero esto no quiere decir que no se venda música. Los artistas siguen captando ingresos gracias a los conciertos y la Red actúa como vehículo para que más gente conozca su obra para acudir precisamente a esos conciertos. Igualmente, solo hay que echar un vistazo a las plataformas de distribución musical online como iTunes o Spotify para reconocer el éxito de un modelo de negocio que poco a poco se adapta a Internet. ¿Se preocupará algún día este grupo de artistas en analizar con profundidad, seriedad y rigor las posibilidades que les permite la Red antes de atacar a este medio con declaraciones fuera de lugar? Quizá sea demasiado pedir ya a estas alturas.

 

Fuente: adslzone