tiene mucho poder e infinidad de ocurrencias. En su infumable crisis de Gobierno se dijo: “Me falta una mujer para el cupo. Así es que me cargo a César Antonio en Cultura. Y ¿a quién llamo?, decidme ¿a quién llamo? Pues a la presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, toma ya, que es una cineasta circunfleja”. Y Angelines González-Sinde se convirtió en ministra.