Hasta ahora, era posible instalar extensiones en sitios ajenos a Google -la página web del desarollador del complemento, por ejemplo-, aceptando la alerta de seguridad pertinente -la misma que cuando se descarga algún tipo de ejecutable.

La situación va a cambiar, y el navegador solo aceptará extensiones descargadas exclusivamente desde la Chrome Store. Los desarrolladores podrán elegir entre redireccionar a los usuarios a la tienda o redirigir la instalación directamente sin salir de su página.

Se supone que habrá alguna opción para saltarse esta medida, pero qué duda cabe que para el usuario final, se trata de un avance que ha tardado mucho en llegar.

 

Fuente: muyseguridad