En los últimos años hemos asistido a las numerosas quejas por parte de la industria editorial respecto a la llamada "piratería". Desde este sector se ha puesto el grito en el cielo por la supuesta alta tasa de intercambio de archivos y descargas sin permiso de los titulares de derechos de autor y ha situado a estos motivos como los grandes responsables de los teóricos males por los que atraviesa el sector. La llegada y masificación de los ebooks ha hecho que caiga la demanda de libros en formato físico, pero aún así asistimos a sorprendentes ejemplos de inmovilismo absoluto dentro de este gremio en lo que se refiere a su modelo de negocio.

La última entrega de la aclamada saga Juego de Tronos es el más claro ejemplo. Hace unos días salía a la venta "Danza de dragones", editada por Gigamesh, y con un precio que lo convierte en un libro poco asequible a todos los bolsillos. Nada menos que 46 euros cuesta tanto en librerías físicas (donde solo vende en su versión en tapa dura) como digitales esta quinta entrega de la saga fantástica.

La reacción negativa de los seguidores no se ha hecho esperar, puesto que ven cómo el mismo título salió a la venta por menos de 17 euros en Estados Unidos en su versión en tapa dura y por menos de 10 euros en tapa blanda. En otro país más cercano como es Reino Unido el precio inicial es de 18 y 8 euros en tapa dura y blanda respectivamente. Las comparaciones son más que odiosas si tenemos en cuenta que la versión en tapa blanda no solo se retrasará en España hasta el 13 de julio sino que tendrá un precio de 36 euros. Como colofón, según ha informado la propia editorial, no existirá la opción de comprarlo en formato ebook por el momento.

Desde la editorial defienden su postura argumentando los costes de traducción y encuadernación como motivos de este precio. En el mercado latinoamericano el precio será ostensiblemente inferior al español, algo que desde la editorial se defiende basándose en que el poder adquisitivo en estos países es más bajo que en el nuestro y que "además utilizan la encuadernación estadounidense". Respecto a la versión en ebook y la negativa a lanzarla en España, desde la editorial se asegura que el consumidor debe pagar una cantidad voluntaria por el contenido, pero que este sistema "no se pondría en marcha en estos términos para estos títulos porque entraña un riesgo para mercados cercanos".

En definitiva, un claro ejemplo del anclaje de un sector en tiempos pretéritos. Negar la realidad que supone la existencia de Internet -donde ya está disponible el título en castellano gracias a una traducción de una comunidad de fans de la saga- es caminar con una venda en los ojos y autoengañarse. Lanzar un título por este precio teniendo en cuenta la situación económica del país y la existencia de la Red es un cúmulo de sinrazones cuyo objetivo, lejos de engordar las arcas de la editorial, parece ser el allanar el camino a la tan criticada "piratería".

 

Fuente: adslzone