El naked ADSL utiliza el par de cobre únicamente para transportar datos, prescindiendo del servicio de telefónico. Es una opción muy atractiva para los operadores que no ofrecen voz, o si la ofrecen lo hacen sobre IP o por GSM. Al no existir servicio telefónico, el cliente no debe pagar la cuota de línea a Telefónica, por lo que resulta más económico.

Para el negocio de Telefónica, el naked ADSL es negativo. Muchas veces se paga la cuota de línea solo para disponer de ADSL, sin que llegue a utilizarse para realizar llamadas. Telefónica se beneficia así del esfuerzo comercial de los alternativos, ya que cuando captan un cliente de indirecto, también debe contratar la línea con ella.

A mediados del pasado año, mientras Vodafone definía su estrategia para entrar en el mercado del ADSL, vio en el naked ADSL la formula adecuada para ofrecer su banda ancha en las zonas donde no tiene equipos propios en las centrales. De esta forma, donde llega la red Comunitel -propiedad de Vodafone-, desagregarían los bucles, mientras que en el resto del país darían ADSL por naked ADSL indirecto y voz por su red de telefonía móvil.

El naked ADSL está regulado desde marzo de 2008. La CMT dio un plazo de 4 meses a partir de esa fecha para que Telefónica empezará a ofrecerlo al resto de operadores. Consciente del impacto que el naked puede tener en su cifra de negocio, Telefónica inició entonces una carrera para alargar lo máximo posible su puesta en marcha, primero pidiendo más tiempo -hasta 21 meses- y tras la negativa de la CMT, presentando un recurso ante la Audiencia Nacional.

Vodafone, que tenía previsto empezar a hacer pruebas en julio, tuvo que descartar el ofrecer ADSL indirecto y conformarse con hacerlo solamente en su propia red. Ahora sus quejas ante el regulador han acabado motivando la apertura de un procedimiento sancionador contra Telefónica por falta muy grave. Y mientras se resuelve, Telefónica deberá pagar 10.000 € por cada día que se retrase en ofrecer el naked ADSL.

 

Fuente desde: bandaancha