Rusia da una vuelta de tuerca a la lucha contra la difusión por Internet de obras protegidas con derechos de autor sin el permiso de sus titulares. Hasta ahora hemos asistido a varias medidas en forma de leyes impulsadas por distintos gobiernos. Mientras en España se ha optado por perseguir a las páginas web que enlazan a estos contenidos, en otros países como Francia se ha preferido perseguir directamente a los usuarios de redes P2P como BitTorrent. En este caso Rusia va más allá y pretende que los operadores tomen partido de forma directa en el combate contra la infracción de la propiedad intelectual.

Según leemos en Europa Press, el Ministerio de Interior ruso ha anunciado que tomará medidas contra aquellos proveedores de Internet que no persigan a sus clientes si éstos infringen el copyright. Después de no haber obtenido los resultados esperados con la persecución directa a los usuarios de P2P de forma individual, el Departamento del Cibercrimen de Rusia ha dado un golpe de timón a su estrategia.

Cuando el usuario descargue una película, videojuego o canción con derechos de autor no será él quien sea el responsable de su acción. A partir de septiembre (si sale adelante el proyecto impulsado por el presidente Dmitry Medvedev) lo será su operador, de modo que tenga que correr con los gastos que se podrían derivar en forma de multas. Las penas por infracción de la propiedad intelectual en Rusia llegan hasta los seis años de prisión, pero es de esperar que esto se transforme en fuertes sanciones económicas a los operadores que sean declarados culpables de la actividad de sus usuarios.

El fin de esta medida es convertir a las compañías en "vigilantes" de la Red. Los operadores tendrán que poner medidas para frenar, por ejemplo, la compartición de archivos a través de redes P2P o incluso desconectar -suponemos que tras una serie de previos avisos- a los usuarios que reincidan en sus hábitos. El Gobierno ruso pone así en el ojo del huracán y blanco fácil de las críticas de los usuarios a los operadores, dado que serían la cabeza visible del proceso intimidatorio hacia los internautas.

No es la primera vez que se intenta atribuir el papel de "policías" de Internet a los proveedores de servicio. Hace dos años ya se propuso este papel a los operadores en Estados Unidos y en mayo de 2011 surgió esta posibilidad en Europa, algo que fue rechazado frontalmente por las compañías de telecomunicaciones más importantes.

 

Fuente: adslzone