Los despliegues de redes de nueva generación de los operadores suelen centrarse en áreas densamente pobladas, buscando rápidos retornos de la inversión. Una práctica que, además de ser lógica desde el punto de vista de la empresa, deja a las áreas rurales ancladas al vetusto y exprimido par de cobre, y años por detrás en materia tecnológica.

Cansados de una situación que no tenía visos de mejorar a corto plazo, un centenar de voluntarios de la villa de Quernmore, en North Lancashire (Reino Unido), organizados por el proyecto B4RN (Broadband for the Rural North) y armados con sus palas, se han dedicado a cavar una zanja a través de la que tenderán fibra óptica, de tal modo que puedan obtener líneas de 1 Gbps en sus hogares. Todo por 30 libras mensuales, a las que hay que añadir una cuota de 150 libras más en concepto de instalación.

El cableado, que se conectará a las instalaciones de la empresa Telecity en Manchester para obtener acceso a Internet, permitirá que la brecha digital en esta zona británica se reduzca, ayudando a sus ciudadanos a utilizar las aplicaciones y servicios del futuro.

Curiosamente, el ex-monopolio británico, BT, ha anunciado unos días después de la actuación de B4RN un plan que cubrirá en 2014 el 97% de las zonas de Lancashire con fibra óptica, aunque sin detallar si lo harán precisamente en Quernmore.

 

Fuente: bandaancha