A comienzos de este mes de marzo entraba en vigor la Ley Sinde. La norma antipiratería nacida del consenso entre PSOE, PP y CiU ha sido creada para proteger a una industria cultural y del entretenimiento entre cuyas proclamas y reivindicaciones está el cierre de páginas web de enlaces a contenidos protegidos con derechos de autor. Uno de los habituales lamentos por parte del sector discográfico es el daño que hacen las descargas a su negocio, del que aseguran que se resquebraja por este motivo.

Nada más lejos de la realidad. Al margen de los numerosos estudios que demuestran que el negocio musical no se hunde sino que se encuentra en plena evolución, la propia asociación que engloba a las más importantes discográficas en nuestro país, Promusicae, ha tenido que admitir que la venta de música digital vive un momento de auge y reporta beneficios millonarios a sus arcas. Como leemos en El País, la música comercializada a través de Internet alcanza ya el 31% del total mundial según reconoce una asociación que no ha dudado en anteriores ocasiones de calificar a España como uno de los países más piratas del mundo.

Como es evidente, el formato físico se encuentra en pleno declive, cayendo 8,7 puntos porcentuales a lo largo del pasado año. Esta caída, sin embargo, no supone que los ingresos del sector musical se hayan visto reducidos, sino que según los datos del IFPI (Federación Internacional de la Industria Fonográfica) éstos aumentaron un 8% en 2011. En España se vivió una situación similar, al caer las ventas de CD un 16,7% pero crecer las ventas digitales un 21,1%.

En todo el mundo se contabilizaron más de 3.700 millones de descargas "legales" de contenidos musicales. Asimismo, los servicios de música en streaming que se financian únicamente con publicidad o que también admiten cuentas premium como Spotify vivieron un importante auge en 2011, creciendo un 57,7% el pasado año.

Así pues, nueva muestra del excelente momento que vive el sector musical a pesar del discurso de su industria. ¿Es necesario que se produzca el cierre de páginas web para que los usuarios compren contenidos? Respuesta clara y rotunda: no. Una oferta atractiva y accesible es el camino para que incluso las buenas cifras obtenidas por el sector se vean mejoradas en los próximos años, sin ser la censura una herramienta necesaria para ello.

 

Fuente: adslzone