Tal y como ha revelado la asociación discográfica estadounidense RIIA, se trataría de una herramienta que enviará mensajes de advertencia directamente a los infractores, advirtiéndoles que lo que están haciendo no es legal. Una vez reciban la notificación, aquellos usuarios que no cesen serán castigados con algunas medidas, entre las que se incluyen desde una disminución de la velocidad de descarga hasta la interrupción del servicio.

El director de RIAA, Cary Sherman, ha explicado que “los proveedores de Internet tendrán que desarrollar su propia infraestructura para automatizar el sistema”. Una de las ventajas de la cooperación sería la creación una base de datos común que les ayudaría a hacer un seguimiento de los “infractores reincidentes”. Según parece, este proyecto comenzará a llevarse a cabo a partir del próximo mes de julio.

 

Fuente: muyseguridad