Los Gobiernos se mueven. El culpable, el P2P. Objetivo, proteger la propiedad intelectual. Sin embargo, la pregunta es quién es menos ético, aquél que se descarga un contenido que otro no quiere que se descargue gratuitamente, o el que intercepta las telecomunicaciones, por si acaso alguien se descarga lo que no debe.La Guerra de los contenidos, y la libertad de la red, están en cuestión. Los Gobiernos atacan y la red se defiende.
Suecia aprobará el 1 de abril una ley que facilitará a las discográficas la localización de los usuarios sospechosos de intercambiar archivos.
Ante estas medidas legales, los usuarios ya están buscando medidas defensivas.
La controvertida Pirate Bay, mayor tracker mundial P2P, radicada precisamente en Suecia, ha anunciado el servicio IPREDATOR, que permitirá un anonimato absoluto a sus usuarios.
The Pirate Bay no sólo ocultará las direcciones IP de quienes accedan a este servicio, sino que, además, ha anunciado que jamás guardará los registros de la actividad de sus usuarios.
Dicho de otro modo, las discográficas no podrán acceder a los datos personales de quienes intercambien archivos mediante P2P.
Fuente desde: adslnet
