Sin duda alguna el pasado 2011 fue el año de la SGAE, aunque en la mayoría de los casos muy a su pesar. La gestora de derechos ya se encontraba en el ojo del huracán a partir de su política recaudatoria más propia de un férreo sistema fiscalizador que de una entidad de gestión. A ello se sumó su continua y reconocida presión sobre el Ministerio de Cultura durante el pasado gobierno de Rodríguez Zapatero para que su titular, González-Sinde, llevara a cabo una ley que protegiera los derechos de autor de sus representados, y que culminó con la famosa Ley Sinde.

Pero lo que sin duda marcó el pasado año en la agenda de la famosa gestora de derechos, fueron los escándalos que salpicaron a su entonces presidente, Eduardo “Teddy” Bautista, a raíz del descubrimiento, durante el pasado verano, de un presunto desvío de fondos percibidos por derechos de autor por un valor de unos 30 millones de euros, y por los que en la actualidad sigue imputado. Hubo de pasar hasta diez días para que Bautista abandonara su sillón presidencial a través de una carta de dimisión que él mismo firmó, y que la junta de la sociedad aceptó. Sin embargo, meses después de la renuncia, el ya ex-presidente decidió demandar a sus antiguos correligionarios por despido improcedente, alegando que dicha carta de dimisión era temporal, y no permanente, como así entendió y llevó a cabo la entonces creada Junta Directiva.

En su momento ya nos hicimos eco de la cantidad que Bautista exigió a la entidad: un total de 800.000 euros, en relación al sueldo que cobraba anualmente y que ascendía a unos 400.000 euros (casi el doble de lo que un año antes declaró). Ni el desorbitado sueldo que cobró durante años, ni los dos millones de euros que irá cobrando mes a mes (25.000 euros cada treinta días) del fondo de pensiones, impidieron que el ahora imputado reclame una indemnización que, además, ha elevado ahora a 1,2 millones de euros.

En esta tesitura ha arrancado el juicio para estudiar la demanda del imputado Eduardo Bautista contra la SGAE en el Juzgado de los Social número 40 del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. La defensa de Bautista estará integrada por quienes más dieron la cara por el ex-presidente: los músicos Caco Senante, José Ángel Hevia, Teo Cardalda e Inma Serrano, el compositor Antón García Abril y, paradójicamente, el actual presidente de la SGAE, Santiago Moncada. Por parte de la gestora se presentarán como testigos de defensa el músico Sabino Méndez y el editor Álvaro de Torres.

Fuera procedente o improcedente el despido de Teddy Bautista, lo cierto es que el que fuera presidente de la SGAE durante la etapa más intransigente de la entidad, no renuncia ni a un solo céntimo que pueda encontrar en su camino, a pesar de todo lo que ha ido ganando en los últimos años de manera legal y, presuntamente, de manera poco ética. Porque Bautista aún debe aclarar ese desvío de 30 millones de euros.

 

Fuente: adslzone