El código de Google fue descubierto por el investigador de Stanford Jonathan Mayer y tenía como objetivo efectuar un seguimiento de los hábitos de navegación en los iPhones de Apple, para mejorar la venta de publicidad.

A raíz de la denuncia, Google ha respondido al WSJ asegurando que “estas cookies no recogen información personal alguna” aunque ha asegurado que “están trabajando para eliminar estos códigos especiales”.

Según el diario estadounidense la función ya ha sido desactivada, pero el debate sobre la privacidad del usuario y del incumplimiento manifiesto de las normas que lo regulan por las grandes tecnológicas, vuelve al frente de la actualidad.

Asociaciones como la Electronic Frontier Foundation (EFF) cargan duro contra Google al que acusan de “diseñar específicamente cookies para burlar la protección a la privacidad” exigiendo del gigante de Internet “revisión y cuidado” que no ha tenido en este caso.

 

Fuente: muyseguridad