La ley antipiratería de Estados Unidos, conocida por sus siglas SOPA (Stop Online Piracy Act), sigue despertando todo tipo de críticas negativas. La firme oposición de la comunidad internauta así como de las principales compañías de contenidos en Internet como Google o Facebook llevaron a la clase política del país norteamericano a paralizarla y a plantearse una reforma. Su severa defensa de la propiedad intelectual pasaba por encima de los derechos de los usuarios y suponía un auténtico freno a la innovación en la Red, por lo que, a pesar de las críticas de la industria cultural, se ha acabado aplazando su implantación.

Desde Europa nunca se vio con buenos ojos el proyecto al otro lado del océano Atlántico. Hace sólo unos días la comisaria europea de Justicia, Viviane Reading, criticaba la medida propuesta en Estados Unidos. "La protección de los derechos de autor no puede ser utilizada como pretexto frente a la libertad en Internet", explicaba al mostrar su opinión contraria a SOPA y al bloqueo de webs en Internet.

En esta ocasión ha sido Cecilia Malm-ström, comisaria europea de Interior, quien ha mostrado su visión negativa de SOPA. Según leemos en Público, la política sueca ha asegurado que "parece de verdad una mala propuesta". "En sueco sopa significa basura", apuntó desde su cuenta en Twitter. Asimismo, desde la Comisión Europea también se afirmó que se trataba de "una mala legislación, puesto que deberíamos estar salvaguardando los beneficios de una Red abierta". "Los legisladores estadounidenses han hecho lo correcto al tomarse una pausa y buscar una solución mejor contra la piratería que la SOPA y la PIPA", señalaba la comisaria europea para el sector de las telecomunicaciones.

Silencio ante la Ley Sinde-Wert

"No deberíamos poner en marcha medidas desproporcionadas y altamente intrusivas que puedan impedir actividades online legítimas", explican desde a institución comunitaria. Sin embargo, si echamos un vistazo a varias leyes que se dan en territorio europeo encontramos demasiadas similitudes con las paralizadas medidas estadounidenses.

Sin ir demasiado lejos, tenemos la Ley Sinde-Wert, que afectará de lleno a toda web que enlace a algún contenido protegido por derechos de autor. A pesar de la oposición de los usuarios y los responsables de páginas web, la mayoría de la clase política española aprobó una norma nacida de las presiones de EEUU y la industria cultural y que pretende garantizar la propiedad intelectual tomando como herramienta la censura. ¿Por qué no lanza la Comisión Europea sus feroces críticas contra esta ley?

 

Fuente: adslzone