"La "piratería" de productos televisivos, cinematográficos, musicales o del sector de los videojuegos provoca pérdidas a las compañías en Estados Unidos por valor de entre 200.000 y 250.000 millones de dólares al año y provoca la pérdida de 750.000 puestos de trabajo en el país norteamericano". Con estos datos en la mano, la poderosa industria del entretenimiento en EEUU insistió con vehemencia para que su Gobierno sacase adelante las leyes SOPA y PIPA que buscan defender la propiedad intelectual.

Terribles números, sin duda, de no ser porque son falsos. Según podemos leer en un esclarecedor y conciso artículo, unas pérdidas semejantes suponen que cada ciudadano de Estados Unidos, contando incluso a niños, habría provocado al sector una pérdida anual de 800 dólares (614 euros). Por si fuera poco, la pérdida de 750.000 puestos de trabajo supone una cifra tan escandalosamente alta como imposible, puesto que en todo el sector cinematográfico del país norteamericano trabajan únicamente la mitad de personas.

Como vimos en abril de 2010, la propia Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) de Estados Unidos admitió que resulta "difícil, si no imposible cuantificar el impacto (de la piratería) en la economía global". Según este organismo, las tremendas cifras presentadas por el sector "no tienen un origen claro", dejando en evidencia la metodología que emplea la industria para cuantificarlas. Ésta suele pasar por contar como pérdida, por ejemplo, un contenido descargado, por lo que se consideraría como pérdida de 60 euros un videojuego de Xbox 360 descargado en una red P2P.

¿Cuál es entonces la pérdida real que produce la llamada "piratería online"? Otro organismo como el Institute for Policy Innovation (IPI) cree que estas cifras rondan los 58.000 millones de dólares al año, pero expertos en la materia aseguran que el proceso de cuantificación está lleno de problemas metodológicos que provoca que sean cifras tan elevadas.

La respuesta a esta preguna es simple: no se sabe qué pérdidas concretas provoca la "piratería". ¿Cómo cuantificar este dato si en muchas ocasiones el intercambio de archivos favorece que los usuarios compren contenidos del sector cultural? Las fuentes de ingresos para los músicos, por ejemplo, se han desplazado desde la venta de su música en formato físico como el CD a las actuaciones en concierto o a las ventas de productos de merchandising, impulsadas gran parte de éstas por las descargas. ¿Cómo afecta por tanto la "piratería" al mercado laboral y a la productividad de un país? Simple y llanamente: no se puede cuantificar.

La situación es mucho más compleja que las imposibles cifras facilitadas por un sector empeñado en mantener la posición privilegiada que durante muchos años ha ostentado. En cambio, lejos de adaptarse a la nueva realidad y posibilidades que ofrece Internet se aferra con uñas y dientes a tiempos pretéritos cual niño que no quiere ir a la guardería y patalea entre berridos. Tendrá que hacerlo, no tiene otra salida.

 

Fuente: adslzone