Kim Dotcom, el personaje que estos días está  en la boca de todos los internautas y en casi todo el mundo, vivía alquilado en una de las casas más grandes de Nueva Zelanda.

Además, al personaje citado, le gustaban los vehículos de gama alta, con los que presumía y se hacía fotografías junto a alguno de sus compañeros de la administración de Megaupload.

El total de los bienes incautados a Kim Dotcom asciende a 175 millones de dólares. Entre las cuentas, mantenía activas 58 cuentas bancarias en todo el planeta.

Entre los países en las que figuran las cuentas están: Holanda, Islas Filipinas, Hong Kong, Shangai, Singapur y Alemania. Entre las cuales hay que sumar también cuatro cuentas de Paypal, que se utilizaban para pagar a los usuarios más activos de Megaupload y otras dos en Moneybookers. Este último servicio, se utiliza para realizar transferencias de cantidades pequeñas o más bien medias.

Además del fundador citado de la red de sitios, aparecen también otros vinculados y como propietarios de varias cuentas, que, junto a Dotcom, (que mantiene las cuentas con este alias y con su propio nombre: Kim Schmitz).

Además, entre los bienes incautados, aparecen vehículos de gama alta: Mercedes, Maserati, Rolls Royce, BMW, Cadillac, Lamborghini , etc.

Lo más peculiar de los vehículos eran las matrículas. Nombres como: “HACKER”, “Police”, “WOW”, MAFIA”, “KIMCOM”, “GUILTY” o incluso “EVIL”. Como vemos tenía nombre para todo y muy chocantes, por cierto.

El total de los vehículos incautados suma: 27 vehículos, dos motos, (entre ellas una Harley Davidson) y una moto acuática, para darse un paseo por el mar de vez en cuando.

Entre los bienes materiales, también figuran, ocho televisores de alta definición, seis obras de arte, dos cámaras de video, sesenta servidores de marca “Dell”,  y además de los 18 dominios administrados por las compañías denunciantes.

También podemos consultar el listado con todos los bienes incautados descargando el siguiente documento en PDF:

-> Listado de los bienes incautados (PDF).

Fuente: El mundo | softzone