A pesar de la paralización temporal de la temida ley SOPA, múltiples páginas de Internet han decidido sumarse a un apagón en protesta por su posible aprobación. Aunque se trata de una ley cuyo principal objetivo son las páginas que facilitan el acceso a material protegido con derechos de autor ya sea con enlaces o de otro modo, las consecuencias de su aplicación van más allá hasta introducir la censura en un medio libre como es Internet.

Impulsada desde Estados Unidos, la norma no sólo afectaría al territorio del país norteamericano, sino que podría tener consecuencias a nivel mundial dado el carácter global de Internet. Su funcionamiento es tan básico como controvertido. El proyecto de ley presentado por el republicano Lamar S. Smith pretende que los propietarios del copyright y el Departamento de Justicia de EEUU puedan actuar contra páginas web que en su opinión infrinjan la propiedad intelectual. El simple hecho de enlazar a una película o utilizar una imagen en un blog protegida con copyright podría activar un proceso que acabaría bloqueando el acceso a la web o congelando sus formas de financiación entre otras medidas bajo amenaza de duras sanciones económicas o penas de prisión a sus administradores.

Asimismo, la ley SOPA actúa contra redes de navegación anónima, cambiando por completo el concepto de la Red. La norma podría dar pie a que las comunicaciones de los usuarios podrían ser espiadas por si vulneran la propiedad intelectual y, por otro lado, sería un ataque a las plataformas en las que los usuarios, utilizando su derecho a la libertad de expresión, aportan contenidos.

De este modo, se podría perseguir a un inmenso número de páginas de Internet, incluidas redes sociales como Facebook o Twitter por la actividad que desarrollan sus usuarios con total libertad o incluso a buscadores como Google, cuya principal función es enlazar. Para los impulsores de SOPA, enlazar a cualquier contenido con copyright supondría un acto ilegal, lo que supone un ataque directo a una de las principales características de Internet. Cuán distinta es esta idea a la que tienen algunos jueces españoles, que en su momento aseguraron que "enlazar supone la esencia de Internet".

Así pues, SOPA abre las puertas de par en par a la censura en Internet. Cualquier sitio podría estar bajo sospecha y diríamos adiós a la Red como la conocemos actualmente. ¿Podrán las presiones de las páginas de contenidos con la intención del Gobierno de EEUU? Por ahora parece que sus impulsores se han parado a reflexionar ante las múltiples críticas surgidas en Internet. Una pena, que los legisladores españoles no hayan tomado ejemplo y crean aún que la Ley Sinde-Wert -muy parecida en varios puntos a SOPA- es la forma de frenar la distribución de contenidos con derechos de autor sin el permiso de sus titulares.

 

Fuente: adslzone