La antigüedad de los productos es importante porque, como explica Cris Paden, portavoz de la compañía, en términos de amenazas un montón de cosas han cambiado desde que se desarrolló el código; “Distribuimos más de diez millones de nuevas firmas de virus sólo en 2010, lo que nos da una idea que cuánto se han modificado estos productos desde hace cinco años”.

Se trata de la segunda vez en menos de un año que un gran vendedor de seguridad se ha encontrado en una posición embarazosa. Hace unos meses RSA tuvo que reconocer una brecha de seguridad que puso al descubierto el código fuente de su tecnología Secur-ID de autenticación de doble factor.

 

Fuente: muyseguridad