A menudo nos hacemos eco de las declaraciones de artistas que se posicionan en la polémica sobre las descargas en Internet. Algunos de ellos han criticado abiertamente que los usuarios recurran a la Red para conseguir sus canciones sin pagar por ello. Ejemplos de artistas que cargan vehementemente sus palabras contra estos internautas han sido Pau Donés (Jarabe de Palo) o Alejandro Sanz, quienes consideran necesaria la Ley Sinde para acabar con el "robo" de su obra a través de Internet.

Sin embargo, en ocasiones encontramos contrapuntos a este tipo de declaraciones. Un ejemplo de ello lo encontramos en uno de los integrantes del grupo Amaral. Juan Aguirre ha admitido en una entrevista para La Opinión de Tenerife citada por Nación Red que no ve mal "que se descargue música por Internet si no se tiene dinero".

"No veo mal las descargas en Internet ya que yo con 14 años disfrutaba una barbaridad con la música, y como no tenía dinero, me grababa las canciones en cintas de cassette de la colección de vinilos que tenía un vecino mío. No censuro en absoluto lo que hace mucha gente", explicó el artista. Asimismo, aseguró que "más que una crisis de la industria de la música vivimos el inicio de un nuevo modelo ya que la evolución de los acontecimiento obliga a replanteárselo todo".

De este modo, se posiciona junto aquellos que consideran que la industria discográfica debería centrar sus esfuerzos en plantear alternativas para seguir creciendo a través de Internet en lugar de dedicarse a criminalizar webs y a la comunidad internauta. Artistas como Enrique Bunbury ya alzaron su voz para criticar la Ley Sinde, cuestionando el modelo de negocio de esta industria y viendo la Red como un modelo de difusión y escaparate para su obra.

Está demostrado que el usuario sí está dispuesto a pagar, en contraposición a lo que argumenta la industria cultural. De ahí el éxito de plataformas como Spotify en el mundo de la música o Netflix en el del cine. Otros informes han probado que los usuarios que más acuden a las redes P2P son los que a posteriori más contenido compran en las tiendas o en plataformas online, lo que confirma el papel difusor de Internet y no como medio para "el expolio de los artistas" como se escucha con demasiada frecuencia.

 

Fuente: adslzone