El motivo de la decisión tomada en Bruselas no es otro que las enormes diferencias en el despliegue de banda ancha entre los distintos países de la Unión. Esto supondría un elevado coste para los operadores que se acabaría trasladando a los precios finales. Desde el organismo comunitario no ven futuro a esta iniciativa. No obstante, desde la Comisión Europea sí se han marcado unos objetivos a largo plazo, en la llamada Agenda Digital, que estipulan que para 2020 los países europeos tendrán una velocidad de 30 Mbps como mínimo y la mitad de la población pueda acceder a 100 Mbps.

Incluir la banda ancha dentro del servicio universal fue una de las prioridades de la presidencia española de la UE durante el primer semestre de 2010. En este sentido, al margen de nuestro país sólo Finlandia y Malta han seguido este camino estableciendo velocidades mínimas por ley.

El Ejecutivo comunitario ha decidido descartar esta opción a nivel europeo porque no considera que sea "el momento apropiado" después de haber realizado una consulta entre los distintos países y operadores. "La carga sobre la industria y el impacto en los precios de los usuarios sería mayor en aquellos Estados miembros con baja cobertura de redes de banda ancha y a la par bajo nivel de ingresos", explica la CE, aunque abre las puertas a que si cada país quiere impulsar este tipo de legislaciones lo haga.

Las condiciones del servicio universal de banda ancha en España

La decisión de la Comisión Europea se conoce después de que España detallase el ADSL universal de 1 mega, que tendrá un coste mensual de 19,90 euros al mes (más los 14 euros de la cuota de línea y los respectivos impuestos). Uno de los aspectos que menos gustó entre los usuarios ha sido el límite de tráfico establecido en 5 GB al mes. Tampoco agradó el que para el alta sea necesario el pago de 38 euros y que en caso de no disponer de línea telefónica el precio se establezca en 85 euros.

 

Fuente: adslzone