El portal Torrentfreak.com se plantea hasta qué punto la industria del cine estadounidense no pierde más dinero en la lucha contra la "piratería" que por culpa de la propia "piratería". Para ello se ha analizado el actual contexto que se vive en el país norteamericano, donde el consumo de vídeo a través de un servicio legal como Netflix ya mueve más tráfico que el generado por la red de intercambio de archivos BitTorrent.

El portal estudia la situación aunque se basa en una serie de supuestos que podrían darse en caso de que los usuarios de BitTorrent decidiesen de forma masiva pasar a utilizar Netflix. La consecuencia más inmediata de este cambio, que poco a poco parece está sucediendo, sería el aumento de los beneficios que ganaría la industria del cine. Desde este sector se asegura que el 35,2% y el 12,7% de los contenidos en la red P2P son películas o contenidos televisivos. Si todo este tráfico fuese redirigido a la plataforma legal, incluso a precios inferiores con los que cuenta ahora Netflix, el aumento en el beneficio económico para los estudios sería muy reseñable.

De hecho, la industria percibió 181 millones de dólares gracias a este servicio en 2010. Esta cantidad, sin embargo, es inferior a lo que se invierte en la MPAA (asociación que engloba a las principales compañías de Hollywood), cuyas actuaciones como grupo de presión tienen un coste muy elevado para las arcas de la industria y cuyos resultados beneficiosos no están claros hasta el momento. Simplemente se limitan a argumentar que cada archivo descargado supone una cantidad económica que dejan de percibir, sin darse cuenta que el usuario de P2P es el mejor cliente con el que cuentan a posteriori.

De este modo, el mundo del cine se muestra como claro ejemplo de una inexplicable inadaptación al nuevo entorno generado gracias a Internet. Con su obsoleto discurso y estrategia lo único que está consiguiendo es perder dinero al no saber captar las necesidades de los usuarios, que como se ha demostrado no rehuyen del pago sino de las tarifas excesivas y abusivas. En lugar de ello han preferido empuñar el hacha de guerra, aunque una vez más se demuestra que los mayores perjudicados son ellos mismos. ¿Por cuánto tiempo continuarán con esta descabellada estrategia?

 

Fuente: adslzone